El número de contratos laborales de formación ha disminuido considerablemente a lo largo de 2016. Se ha pasado de los 37.990 contratos registrados en el primer trimestre de 2015, a los 8.426 de este año. Es decir, que hay 29.564 contratos de formación menos que en el mismo período del año anterior.
El motivo es por el cambio normativo que entró en vigor el 1 de enero de este año, que ha suprimido la formación a distancia y también obliga a las empresas a solicitar autorización al servicio público con un mes de anticipación.
Para llevar a cabo una contratación de este tipo se exige una autorización previa del SEPE (Servicio Público de Empleo Estatal, antiguo INEM), antes de poder formalizarse. Este requisito es el principal escollo a la hora de utilizar este tipo de contrato. El empresario tiene que comunicar el inicio de la formación un mes antes de iniciarla, lo cual es incompatible con el ritmo normal de contratación, sobre todo en los sectores donde más se utiliza que son hostelería y comercio.