El Ministerio de Trabajo decretó recientemente la suspensión definitiva del libro de visitas.  La Orden EES/1452/2016, de 10 de junio, publicada ayer en el BOE, traslada a la propia Inspección de Trabajo las obligaciones de documentación y dejar constancia de las actuaciones inspectoras. Esta modificación, según Trabajo, ahorrará 700 millones de euros a las empresas al reducir carga administrativa.

A partir de ahora, el inspector de trabajo deberá remitir a la empresa una copia de cada diligencia expedida y ésta deberá conservarla a disposición de la Inspección durante un plazo de cinco años. La norma también exige que los  libros de visita y las diligencias anteriores a la entrada en vigor de la Orden se conserven durante ese mismo plazo, a contar desde la fecha de la última diligencia de inspección realizada.

Fuente: El Economista