Según datos de los Servicios Públicos de Empleo, recogidos por el sindicato UGT, tres de cada diez contratos de trabajo tiene una duración igual o inferior a los siete días. Además, la evolución estadística muestra que este tipo de contratos de muy poca duración ha aumentado su peso en el mercado laboral en ocho puntos desde el año 2009.
De los 402.679 contratos de duración máxima de una semana registrados en marzo, un 59% corresponde a una jornada completa de trabajo y un 41% a una jornada a tiempo parcial. Por su parte, del total de los contratos a tiempo completo, casi la cuarta parte tiene una duración máxima de 7 días; en el caso de los contratos parciales, el porcentaje se eleva por encima del 31%.